Destellos de gloria
Sin ningún sonrojo, confieso y admito que el leitmotiv en todo el de- sarrollo de esta obra, es el resaltar la participación de los veganos en las acciones, eventos y epopeyas que contribuyeron de manera decisiva en la consecución, proclamación y posterior consolidación de la independencia nacional, así como su decisiva participación para rescatarla de la ominosa anexión de la que fue objeto, y restaurarla a su inmarcesible gloria.
En consecución de esos fines, me he permitido hacer una rigurosa apro- ximación a lo histórico, adornado con la recreación literaria. En ese es- fuerzo, me acompaña el personaje principal de Chago Roque, quien si bien es ficticio, no así son los hechos y acciones patrióticas en las que, junto a otros veganos, aparece involucrado, sin que su participación de manera alguna trastoque la verdad histórica. Tampoco hay ficción en la ambienta- ción, descripción de los entornos recreados, conforme la documentación de la época. En todos los casos se respeta el contenido en investigaciones, narraciones, documentos y descripciones, hechas por reconocidos recopi- ladores y autores de la historiografía nacional.
En donde el relato se aparta de lo antes descrito, es en construir un universo imaginario, en el cual Chago desenvuelve su accionar, encarnando un típico joven de rural extracción, con amplios deseos de supe- ración y poseedor de los tradicionales valores de un patriotismo a ultranza. Lo que sí es apegado a la verdad histórica —debo insistir— son los imperecederos hechos históricos de nuestras patrióticas gestas, así como la participación en ellas de los reconocidos prohombres que las ejecutaron y que constituyeron verdaderos “destellos de gloria” en el firmamento de la dominicanidad.
Una última confesión: reconozco la parcialización y si se quiere la pasión expresada en algunos de los conceptos atribuidos a ciertos personajes, que a juicio del autor, so pena de herir ciertas susceptibilidades, considera más que controversiales, deleznables, criterios de los que admito no me ha sido posible sustraerme por mis convicciones duartianas.